Dijo Confucio a sus discípulos Shen Ron, Yao Ming y Lin Kim Park,
> Cuidad vuestro cuerpo, porque es el único que tenéis.
Cuidad vuestra vajilla, por abundante que sea.
Cuidad vuestra dignidad, por escasa que sea.
Y ante todo, no introduzcáis vuestros dedos entre la boca del dispenser de agua