Legendaria Aventura Culinaria Histórica Extraordinaria (S01E01)

LACHE[^1] (Ahora con Vitamina R).

Los blogs de historias de ficción son una especie extinta, porque ahora a la gente parece interesarle más la vida real de gente más interesante que uno. O al menos, la vida que esa gente muestra, que no necesariamente sea su vida real, pero, claramente, esa ficción realista atrae más clicks. Por esto en este post les cuento una pequeña historia mía que tiene tanto de reciente como de antigua. En forma de cita textual. Acá va.

Cuando era chico siempre tenía problemas del estómago, o del intestino, o lo que sea. Y también era un llorón de mierda. Posiblemente porque me dolía la panza, o posiblemente porque era un llorón de mierda. Más adelante en mi vida, se me pasaron todos esos problemas, gracias a la curación del Eremita de la Montaña Sagrada de José León Suárez[1]. Pero con el tiempo, los síntomas reaparecieron, potenciados de maneras que prefiero no describir. Unos ocho o diez años después de esta trágica reaparición, todavía me encuentro en la exploración de sus causas. Por estos tiempos, mi apuesta es probar una dieta sin gluten ni lactosa por un tiempo, para ver si los síntomas se alivian. En caso contrario, tendré que volver a hurgar en el Monte Prohibido del Buen Ayre, buscando nuevamente la cueva del perdido monje ermitaño...

Así que he decidido transformar este blog, abandonado hace muchos muchos muchos años ya, en un blog gastronómico orientado a la comida sin gluten y sin lactosa.

Bueno, no. Va a ser una serie de posts. Teóricamente. Debería haber otras cosas en este blog. Pero ya vieron. No prometo nada.

Esta serie teóricamente semanal comienza hoy con la Legendaria Aventura Culinaria Histórica Extraordinaria (LACHE) ocurrida este fin de semana pasado, titulada "LACHE Con Leche". Ah, perdón. Tamaño título.


LACHE Con Leche

Ah, hola! Mi nombre es Artroy McHeesux. Tal vez conozcan a mis antepasados como Arthur Heesux, el cuarto de su nombre, y Wilhelm H. el Bábaro. Hoy les voy a presentar mi receta para una poco sabrosa y limitadamente nutritiva leche lache de arroz.

Aventureros Ingredientes

Nota Bene: Consideré que una taza equivale a 250 ml.

  • 1 taza de arroz blanco berreta (yo usé la marca 53, una porquería)
  • 10 o 12 tazas de agua filtrada (no conté muy bien)
  • Una cucharadita de esencia de vainilla (para que tenga gusto a algo rico)
  • 4 cucharaditas de azúcar (lo mismo)

Rinde un poco más de un litro, digamos uno y medio.

Heroicas Instrucciones

Hervir los ingredientes en una olla durante 30 a 40 minutos a fuego moderado, hasta que el arroz trascienda su forma original hacia el más allá, volviéndose uno con el agua (i.e. que el arroz se abra y se deshaga un poco), y que el agua se ponga de un color blanquecino, revolviendo cada tanto para que no se queme. A mí se me quemó un poco lo del fondo y esa partecita quedó marrón, por las dudas la descarté.
Finalmente, procesar con una minipimer o procesadora o licuadora o similar.

Extraordinarias Propiedades

  • No contiene lactosa, porque los ingredientes no contienen lactosa. ¡Duh!
  • No posee sabor a leche, porque no es leche, es lache. ¡Duh! Sin embargo, con la esencia de vainilla, termina pareciendo una suerte de arroz con leche, sin leche.
  • Es líquida... ¿o no lo es? Ver problemas.
  • Sirve para reemplazar la leche animal en otras preparaciones... Digamos. Seguir leyendo.

Legendarios Problemas

Muchos. Todos. Evidentemente no me salió muy bien.

Cuando la mezcla aún estaba tibia, la lache era espesa. Claramente demasiado espesa. Así que le agregué bastante agua. El agua que agregaba iba quedando en la superficie, porque la mezcla era muy densa, por lo cual tuve que ir usando la minipimer cada vez que agregaba agua. Llegó un momento en el que me pareció que ya estaba suficientemente líquida, dejé que terminara de enfriarse y la pasé a una jarra. Ya estaba un poco más densa de nuevo, no fluía, pero se dejó pasar con un poco de ayuda. Metí la jarra en la heladera y me fui a dormir.

Al otro día, cuando intenté servirme un poco de lache en un vaso, noté que no sale nada. Con el frío se había vuelto sólida, como un yogurt firme o un arroz con leche, pero sin leche. De hecho, el sabor que tenía me recordaba al arroz con leche (pero sin leche, insisto). O como un yogurt natural pero sin el sabor ácido (o sea, un poco más rico).

Lache/yogurt de arroz sin leche.

Estaba claro que el producto no iba a poder usarse como bebida, y tampoco tenía muchas ganas de comerlo a cucharadas. Pero había algo que quería probar antes de dejarlo desperdiciar en la heladera. Lo que quería era hacer pancakes. Al estilo norteamericano. Porque AI LOV MAIAMEEEEEEEEE. Ah, y lo más importante: sin gluten. A no ser que algo salga mal otra vez...

¡Continúa en el próximo post! ¡Atentos!


  1. En referencia al CEAMSE. El basural. Montañas de basura. No a la localidad. Por si no se entiende. ↩︎